“El poder es
la mano y el brazo de Dios, la omnisciencia sus ojos, la misericordia sus
entrañas, la eternidad su duración, la santidad su hermosura”
(S. Charnok)
La revelación
o manifestación de las cualidades (atributos) que caracterizan la persona y el
actuar de Dios tuvo lugar de forma progresiva en el devenir de su trato para
con los suyos. Así encontramos que a
Abraham Dios se le manifestó como “Dios Todopoderoso” (Génesis 17:1):
“Era Abram de
edad de noventa y nueve años, cuando se le apareció el Señor y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda
delante de mí y se perfecto”
Luego, pasados
muchos años, a Moisés Dios se le manifestó como “Dios misericordioso” (Exodo
34:6):
“Y pasando el
Señor por delante de él, proclamó: ¡El Señor! ¡El Señor! Fuerte misericordioso y piadoso; tardo para la
ira, y grande en misericordia y
verdad”
Y varios
siglos después por medio del profeta Nahúm,
en uno de los contextos más descriptivos de toda la Biblia sobre el
temible y regio carácter de Dios, se nos declara que Él es Bueno (Nahúm 1:7):
“El Señor es bueno, fortaleza en el día
de la angustia; y conoce a los que en Él confían”
Es sumamente
interesante además que en cuanto a las dos primeras cualidades mencionadas
(Todopoderoso y Misericordioso) sea Dios quien las declare de sí mismo. De otro
modo ¿Cómo podría alguno saber cuál es el alcance de su poder o que tan grande
es su misericordia? Hemos de concluir por estas declaraciones de Dios que Él
desea ser conocido y adorado por causa de estas divinas cualidades suyas.
La palabra
“Todopoderoso” aparece 27 veces en la Biblia usada siempre como un título para
referirse únicamente al Señor nuestro Dios. De allí que le llamemos “Dios
omnipotente” (Dios que todo lo puede). A. Tozer se refirió a este atributo
expresando:
“La omnipotencia no es un nombre que le damos
a la suma de todo el poder, sino un atributo del Padre de nuestro Señor
Jesucristo… que puede hacer todo cuanto decide hacer, para quien nada es
imposible ni difícil, porque posee el poder absoluto”.
Sobre la
misericordia expresó:
“La misericordia es un atributo de Dios; una
energía infinita e inagotable interna a la naturaleza divina que predispone a Dios
a ser activamente compasivo. Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo
Testamento proclaman la misericordia de Dios, pero el Antiguo dice sobre ella 4
veces más de lo que dice el Nuevo”
Estas tres
cualidades de nuestro Dios tienen, como todas las demás, una gran importancia
para nosotros como hijos de Dios. Debemos también tener en cuenta que los
atributos de Dios se manifiestan en una armonía perfecta en su persona y obrar,
así pues, en el ejercicio de su poder Dios obra en sabiduría, pero también en
amor, en justicia, misericordia y bondad, etc. Pensemos:
¿En qué nos
puede ayudar el recordar y tener presente que nuestro Dios es todopoderoso? ¿En
qué nos puede ayudar el recordar y tener presente que nuestro Dios es
misericordioso? ¿En qué nos puede ayudar el recordar y tener presente que
nuestro Dios es bueno?
Lutero reprochaba
a Erasmo diciéndole “Vuestro concepto de
Dios es demasiado humano”. Debemos tener el más grande y esmerado cuidado
de que nuestro concepto de Dios y su obrar sea digno de Él, y esto solo será
posible si con mucho cuidado, interés y reverencia procuramos conocerle a él y
sus atributos desde las mismas páginas de la Escritura, recordando que Dios es
como Él dice ser en su propia Palabra.
Antonio
Vicuña.
Es interesante como esto si puede influir en el emprendimiento comun, además de que me gusta como esto muestra una forma de pensar religiosa y filosófica (a eso me refiero sobre la Biblia y quién escribio esto)
ResponderEliminarPendon, escribí emprediemprendimiento es ves de entendimiento
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