Arrepentimiento es una palabra importante, y es sin duda alguna una de las grandes palabras de la Biblia cuyo significado atañe a creyentes y no creyentes.
Esta palabra denota un cambio que primero ocurre en el interior de la persona y que luego, generalmente, se deja ver a nivel de las acciones. Este cambio inicia a nivel de los pensamientos; por lo que el arrepentimiento muchas veces se define como un “pensar diferente con respecto a algo”, o, un “reconsiderar y cambiar de parecer después de… “.
Cuando Juan el bautista y el Señor Jesucristo iniciaron su labor ministerial
ambos realizaron un llamado al arrepentimiento a sus oyentes (Mateo 3:1-2, 4:17). Las cartas a las
siete iglesias en Apocalipsis 2 y 3 hacen un insistente llamado al
arrepentimiento. El apóstol Pablo declara en Romanos 2 que la falta de
arrepentimiento es un causal de juicio sobre la vida de los hombres.
Algunos aspectos que conviene
destacar y recordar con relación al arrepentimiento son:
- Es una muestra de la benignidad de Dios para con los hombres (Romanos 2:4)
- Si es genuino será confirmado por acciones que lo evidencien (Mateo 3:8-10)
- Puesto que el arrepentimiento está relacionado con nuestro pensar, ello implica que cada uno de nosotros puede decidir el reconsiderar voluntaria y concientemente su posición con respecto a todos aquellos aspectos en que la palabra de Dios nos desafía y confronta demandando un cambio (arrepentimiento) en la manera de vivir (Deuteronomio 30:11-19)
- El arrepentimiento siempre es posterior a haber actuado, pensado, decidido, etc. Por lo que no debemos perder la esperanza de que otros que han equivocado el camino puedan luego, por la misericordia y bondad del Señor, manifestar arrepentimiento y cambiar de proceder y pensar (2Timoteo 2:24-26)
- El arrepentimiento puede estar acompañado de tristeza, pero no en todos los casos y situaciones es así. Recordemos que lo que define el arrepentimiento es el cambio de mentalidad de pensamiento y por consiguiente de conducta y actuación (Mateo 21:38-32)
En las Escrituras podemos notar
que Dios se relaciona con las personas, según sea su condición con relación al
arrepentimiento, perdonándoles o juzgándoles. Los hombres por su lado se
relacionan con Dios arrepintiéndose y sometiéndose a él (Hebreos 4:11-13), o, resistiéndole y
endureciendo sus corazones (Hebreos 4:7-11). También los hombres debemos relacionarnos unos con
otros en los campos del arrepentimiento: si nuestros hermanos fallan y nos
ofenden debemos perdonarles y aceptar sus palabras de reconocimiento y arrepentimiento. Si no dan señales de
arrepentimiento debemos ser pacientes y orar al respecto, y recordar que solo
por la misericordia de Dios nosotros no estamos en la misma condición y
situación de ellos. Juez capacitado para sentenciar y castigar solo es Dios,
nosotros debemos siempre estar dispuestos a perdonar, aceptar, reconciliar, y
restaurar (Mateo 18:15-22).
Arrepentimiento es una gran palabra para con Dios y para con los
hombres…
Antonio Vicuña
Antonio Vicuña
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