“Y caminó Enoc con Dios…Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”
(Génesis 5:22,24)
1.- Datos sobre la vida de Enoc:
- Fue quien encabezó la séptima generación de los descendientes de Adán.
- Tuvo su primer hijo a los 65 años de edad.
- Fue el padre del hombre más longevo de la historia humana (Matusalén).
- Judas nos dice que profetizó en su tiempo.
- El autor de la carta a los Hebreos nos recuerda que su vida fue agradable ante Dios.
- No experimentó muerte, puesto que Dios le arrebató a su presencia a los 365 años, es decir, 69 años antes del nacimiento de Noé.
- Enoc vivio en medio de un mundo que se estaba corrompiendo aceleradamente. Un mundo en que se extendía la violencia y el abuso de poder. Un mundo en que el temor de Dios era más ausente con cada generación que se iniciaba. Un mundo que despreciaba el testimonio de la palabra de Dios y a sus representante. Tan desesperadamente mala era la condición del mundo que Dios prefirió sacar a Enoc y llevarlo consigo.
La condición del mundo actual no es muy diferente de aquel en que vivió Enoc. 200.000 nuevos nacimiento cada día aproximadamente. Lo que nos debe llevar en los próximos 35 años a un incremente de unos 2.500 millones más de habitantes sobre los más de 6.000 millones que actualmente somos. ¿Las consecuencias de ese aumento demográfico? Multiplique los actuales problemas por 4 al menos y tendrá quizá cierta idea de lo que se avecina.
Vivimos en medio de una crisis de identidad y propósito sin precedentes. Lo que explica el auge de la homosexualidad y desviaciones de todo tipo en el área sexual. ¿Sabía usted que aproximadamente el 30% de los homosexuales practicantes que piden ayuda son casados? En Julio del año 2010 Argentina aprobó el matrimonio entre personas de un mismo sexo en todo el territorio nacional, uniéndose de esta manera al coro internacional pro-homosexual que ya cuenta con una docena de países (Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia). También países como Estados Unidos, Brasil, México, Colombia, Uruguay, Alemania, Andorra, Australia, Austria, Dinamarca, Eslovenia, Finlandia, Francia, Hungría, Israel, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Reino Unido, República Checa y Suiza, han dado pasos significativos a favor del reconocimiento de las relaciones homosexuales. Se espera que en los próximos años esta sea una condición tan “normal” como hasta ahora lo han sido las uniones heterosexuales.
Pocas cosas han ejercido una influencia tan marcada y devastadora sobre la vida y costumbres de las personas en el último siglo como lo ha hecho la televisión y más recientemente los medios tecnológicos. Sólo que esa influencia en lo que a moral y educación se refiere ha sido más dañina y negativa que positiva. ¿La razón? Muy simple: “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”, dijo el apóstol Pablo (1Cor.15:33). Lejos de presentar modelos dignos de imitar por su nobleza de carácter y rectitud moral, lo que ha marcado la pauta en los medios audiovisuales es el exaltar y promover lo carente de virtud. Lo macabro y enfermo en la condición humana ha sido éxito de taquilla en las salas cinematográficas; lo “prohibido” e indigno es tema corriente de una miríada de autores y productores; ocultismo, brujería y espiritismo son un ingrediente casi seguro en toda producción de actualidad; violencia de todo tipo (verbal, física y emocional), sensualidad permanente y descarada, desprecio por lo sano, y sobre todo por lo relacionado con Dios es una constante en el avasallante y penetrante campo de los medios de masa.
Hay quienes opinan que lo presentado es el reflejo de la realidad y hay quienes opinan que la realidad es el resultado de lo presentado; yo, en lo personal, pienso que la realidad ha sido presentada y superada en la producción para luego ésta misma ser superada nuevamente por la realidad, en un ciclo cada vez más perverso y degradante.
El mundo en que vivimos está cada vez más convulsionado; nuestras propias vidas y familias son afectadas por la corrupción que impera en la sociedad: infidelidad conyugal galopante; jovencitos que inician su actividad sexual prematura e irresponsablemente; violencia y falta de tolerancia generalizada; a donde miremos hay muerte, destrucción, corrupción, inmoralidad, desprecio por lo justo y lo recto, etc., lamentable pero real, esa es nuestra condición como sociedad. Y en esta realidad Dios nos invita a caminar de la mano con él.
¿Qué significa caminar con Dios? ¿Qué tenemos que hacer para caminar de la mano con Dios?
Uno de mis textos preferidos del Antiguo Testamento, dice:
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”
(Miqueas 6:8)
Caminar con Dios no es algo extremadamente difícil. No es como caminar sobre una cuerda tendida sobre un precipicio. Tampoco es como ir a ciegas sin tener idea de qué resultará al final de la travesía. Dios nos ha declarado lo que es bueno y lo que él pide. La Biblia contiene esa declaración.
1.- Para caminar con Dios debemos profundizar en nuestra relación con la palabra de Dios.
- No es posible caminar con Dios ignorando su palabra.
- Su palabra nos ayudará a tomar las decisiones correctas y oportunas.
- Cuando obedecemos a su palabra podemos tener la seguridad de que caminamos tomados de su mano.
Luego, lo que Miqueas parece decir es que las cosas que Dios pide para que caminemos con él son en cierta manera sencillas: “…solamente…hacer justicia, amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.
2.- Caminar con Dios es caminar en justicia: cuando permitimos que la palabra de Dios alumbre nuestro pensamiento y corazón, la consecuencia inmediata será un andar en justicia. Un andar en rectitud delante de Dios en conformidad con su palabra. Puede que algunos te señalen como fariseo, legalista, estricto o santurrón, pero es preferible eso a que todos te aplaudan y tu conciencia te reprenda y censure en tu interior. La justicia es diáfana, es clara como la luz, es simple y directa, es sólida. No necesita de argumentos maquillados para sostenerse ni de entuertos rebuscados para obtener sus victorias. Así, el caminar en justicia es un andar en libertad de conciencia haciendo lo que es agradable al Señor.
Dice el proverbio popular “Dime con quién andas y te diré quién eres”; no se camina con Dios practicando la injusticia. No se está viviendo para Dios mientras se está dando rienda suelta a los gustos y antojos de la carne. No es posible. Hay quienes lo hacen: practican la injusticia y van a los templos cada domingo a “adorar”, pero eso no es caminar con Dios, eso es jugar a la religión, y ese es un juego que siempre termina mal.
Tú y yo podemos caminar en justicia. ¿Cómo lo hacemos? No dando lugar a ninguna injusticia, puesto que toda injusticia es pecado (1Jn.5:17). Esto nos lleva una vez más al neurálgico punto de las relaciones interpersonales. Muchas veces somos injustos en nuestro trato con aquellos que nos rodean y pretendemos caminar con Dios. El esposo maltrata a la esposa y pretende que a Dios no le va ni le viene; obtenemos ventajas injustas con nuestras acciones y creemos que caminamos con Dios. Examinemos nuestro proceder porque no se puede caminar con Dios valiéndose de la injusticia. ¿Sabe? Dios espera de cada uno de nosotros que andemos en justicia, no espera menos. Las acciones justas son como vestiduras de lino fino, blanco y resplandeciente delante de nuestro Señor y Dios.
3.- Caminar con Dios es practicar la misericordia: algunas personas le preguntaron a Juan el bautista qué tenían que hacer para caminar correctamente delante de Dios, el les respondió:
“El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene que comer, haga lo mismo…No exijáis más de lo que está ordenado…No hagáis extorsión a nadie…”
(Lucas 3:11-14)
Dios es misericordioso y compasivo, y todos aquellos que nos relacionamos con él estamos llamados a imitarle en este aspecto. Por ello es que las palabras de Juan, aunque en apariencia no tocan asuntos espirituales, sin embargo, tocan en el propio centro de lo que es el vivir para Dios: practicar la misericordia.
Una definición de misericordia es:
“Compasión hacia alguien con necesidad o con angustia, o impotente, o endeudado, y sin derecho a tratamiento favorable”
Es revelador el hecho de que los judíos estudiosos de la ley hayan llegado a comprender que el segundo gran mandamiento de toda la ley tenía que ver con el amor al prójimo (Lc.10:25-28) La certeza de esta conclusión fue validada por el Señor Jesucristo quien, al responder sobre cuáles eran los principales mandamientos, dijo que el amar al prójimo era el segundo mandamiento en importancia (Mt.22:36-40). Interesante es el hecho de que ninguno de estos mandamientos pertenecía al decálogo, y que además estuviesen escondidos entre otros muchos mandamientos menores (Dt.6:5; Lv.19:18), lo que nos muestra que algunas veces las cosas más importantes no están donde nosotros pensamos o esperamos o creemos, sino que a veces están como ocultas donde no pensamos.
Cuando un intérprete de la ley intenta poner a prueba al Señor Jesucristo éste le devuelve el reto con una pregunta que obligaba a responder con lo que para los judíos era algo fundamental y por demás sabido (Lc.10:25-28). Sin embargo este intérprete para justificar su pregunta alega tener dudas con respecto a quién debía considerar él como prójimo. El Señor le demostró que toda persona en necesidad que se cruzara en su camino era su prójimo, aunque se tratase de alguien extranjero y ajeno a su fe.
Amar a Dios y amar al prójimo son la base de todo lo demás dijo el Señor. Amando a Dios y amando al prójimo se hereda la vida eterna enseñó el Maestro de maestros. Caminar con Dios es vivir practicando la misericordia. Yo creo que en este asunto la mayoría de nosotros estamos muy lejos de lo que es el deber ser. Creo que nos hemos acostumbrados a ofrecer muchas excusas para eximirnos en este asunto. Creo que lejos de ganar, hemos perdido mucho al no crecer en la semejanza de nuestro Señor practicando la misericordia más decididamente con aquellos que están en necesidad a nuestro alrededor. Creo que el Espíritu Santo desea que el amor de Dios se manifieste con mucha mayor amplitud en nuestra vida cotidiana para con aquellos que están en necesidad. Esto a nivel personal, pero también a nivel institucional y eclesiástico.
Nuestro caminar en este mundo duro, indiferente, egoísta y materialista debe ser un andar compasivo y misericordioso, reflejo del amor de aquel que también es Dios misericordioso y compasivo.
4.- Caminar con Dios es reconocer su autoridad sobre nuestras vidas: “humillarte ante tu Dios” dice Miqueas. Es difícil tratar de entender como es que algunos creyentes pretenden tener una relación con el Dios verdadero mientras al mismo tiempo se niegan a someterse a su señorío y autoridad. Este hecho ha llevado a concluir que algunos cristianos recibieron a Jesús como salvador de sus vidas mas no como Señor de sus vidas. Creen que Jesús murió por sus pecados en la cruz pero no creen que ellos deban someter su voluntad y vida por entero a la autoridad y señorío de Cristo. La pregunta que en verdad cabe es ¿Son en verdad cristianos? ¿Han experimentado el nuevo nacimiento? Estas no son simples preguntas doctrinales, son preguntas de vida o muerte eterna. Que Cristo sea el Señor o no en nosotros es algo que determina nuestra salvación o condenación.
Caminar con Dios es reconocer la autoridad de Dios y de su Cristo en nuestras vidas. ¿En qué se traduce esto? Esto se traduce en humildad, devoción, dependencia, adoración, fidelidad, servicio y entrega absoluta.
En el tiempo antiguo no hubo muchos hombres que viviesen como Enoc vivió, por eso su distinción en la Biblia es tan particular. A lo largo de la historia tampoco han abundado hombres como Enoc, de esos que caminan con Dios. En la actualidad creo que no son muchos, incluso dentro de la iglesia del Señor aquellos que caminan de la mano con Dios. Pero hoy el Señor nos está llamando a formar parte de ese grupo selecto de personas que caminan de la mano con él. ¿Aceptarás el desafío? ¿Estarás dispuesto a que el Señor te use como profeta en medio de una generación que vive de espaldas a Dios? ¿Dispondrás tu corazón para aprender y obedecer a lo que enseña la palabra de Dios? ¿Te decidirás a caminar en justicia y no dar lugar a la injusticia en tu vida? ¿Serás de hoy en adelante un vaso de misericordia se vierte en misericordia sobre aquellos que en el mundo están en necesidad? ¿Reconocerás al Señor como Señor de todas y cada una de las áreas de tu vida?
En el amor de Jesucristo, Antonio Vicuña.
Visitando su blog y es de mucha bendicion para mi, le comparto mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com doy mi testimonio de sanidad de cancer invasivo para la gloria de Dios.
ResponderEliminarUn saludo caluroso desde El Salvador, Centroamerica.
Gracias Noemí, que el Señor te bendiga y continúe usando para gloria de su Nombre y para tu gozo y bendición. Un abrazo desde Venezuela...
ResponderEliminarDios te bendiga, por tomarte un tiempo para escribir este blog que es una realidad lo que expones, pero tambien una oportunidad para reflexionar, me ha ayudado mucho las ideas que has plasmado, sigue adelante y Dios pagara ese esfuerzo.
ResponderEliminarRolando, gracias por tus palabras, me alegra saber que este mensaje ha sido de interés y ayuda para ti, de Dios es el mérito pués es quien hace todas las cosas en nosotros. Un abrazo desde Venezuela, Dios te bendiga!!
ResponderEliminarBENDICIONES MI HERMANO MUY BUENA ENSEÑANZA, ME SIRVIO DE MUCHO YO VENGO SALIENDO DE UNA INFIDELIDAD DE 6 AÑOS. ME HE METIDO EN ORACION AYUNO, Y ACEPTANDO LA DISCIPLINA DE LA IGLESIA CON RESPETO. PERO QUIERO HACER BIEN LAS COSAS SABER QUE HACER O COMO ANDAR DELANTE DE DIOS. YA NO QUIERO VIVIR UNA VIDA A MI MANERA QUIERO HACERLO COMO DIOS LE GUSTA. PERO ALLI ES DONDE SURGE MI PREGUNTA COMO PUEDO SABER QUE QUIERE DIOS DE MI, QUE DEBO HACER COMO ANDAR EN ESTA SOCIEDAD EN ESTOS MOMENTOS MI CORAZON ARDE MI INTERIOR QUIERE GRITAR QUIERE LLORAR NECCESITO UNA RESPUESTA DE DIOS.
ResponderEliminarDios es fiel y mirericordioso, perdonador y justo. En lo que has escrito veo que has dado varios pasos en la dirección correcta: 1.- Has reconocido, confesado y abandonado tu pecado.
Eliminar2.- Has aceptado la medida disciplinaria y correctiva de la iglesia sujetando a ella en humildad y mansedumbre.
3.- Estas restaurando tu comunión personal con el Señor buscando de su presencia en oración y ayuno.
¿Qué debes hacer? ¿Qué quiere Dios de ti? apreciado hijo de Dios, yo creo que lo que el Señor desea de ti es que continues en ese volver hacia él. Debes darle la prioridad al Señor en tu vida. Pasa tiempo con la Biblia, ora, congrégate, mantente puro en tu pensamiento y corazón, has todo lo que debes hacer como creyente, trata de restaurar tus relaciones familiares y fraternales, se paciente, se profundamente sincero y sigue buscando del Señor cada día. Has dado los pasos más importantes y decisivos, ahora mantente en el camino y fortalece tu caminar en Dios. Que el Señor te bendiga y restaure por completo, él es fiel y poderoso para hacerlo. Ánimo hermano!!
Muy hermosa enseñanza. Caminar con Dios como Enoc... ser amigo de Dios a tal punto que ni la muerte se anime a acercarse. Muchas gracias, Antonio. Hace unos dias atrás escribí un poema sobre este versiculo. Ya se lo hare llegar.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.
Mirtha Aguiar
Muchas bendiciones de Dios, que hermoso ministerio nunca desmaye. Necesito un consejo, mi esposo me abandono hace 14 años y ahora vuelve sin ningun remordimiento,,no soy capaz de volver con El aunque ya le perdone
ResponderEliminarDios nunca nos abandona, sigamos caminando con él
EliminarBien bendecido mi corazón al leer en su Blogger quiero saber mas para aprender más como agradar a nuestro único Dios
ResponderEliminarBendito Dios por este Blogger y guía de enseñanza Dios le bendiga
ResponderEliminarBendito Dios por este Blogger y guía de enseñanza Dios le bendiga
ResponderEliminarBien bendecido mi corazón al leer en su Blogger quiero saber mas para aprender más como agradar a nuestro único Dios
ResponderEliminarYo era evangélico desde muy niño,tengo 32 años y la verdad yo necesito la salvación y vida eterna con mi salvador,reconozco he pecado y quebrantado las leyes de mi Dios
ResponderEliminarYo era evangélico desde muy niño,tengo 32 años y la verdad yo necesito la salvación y vida eterna con mi salvador,reconozco he pecado y quebrantado las leyes de mi Dios
ResponderEliminarY quisiera aprender mas sobre como caminar de la mano de Dios
ResponderEliminarY quisiera aprender mas sobre como caminar de la mano de Dios
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