Sin lugar a dudas, pocas vidas han causado un impacto tan determinante en las generaciones posteriores como lo ha hecho la vida de Abraham. Impacto que no se debe a muchas de las características que hoy son valoradas y exaltadas en nuestra sociedad: dinero, educación, ascendencia, posesiones terrenales, poder e influencia, etc. Un suceso singular en la vida de este hombre le habría de signar como alguien diferente entre los de su tiempo y aún entre las generaciones por venir: Dios le habló para invitarle a emprender una inusual travesía, que se habría de extender por el resto de su vida, y él, aceptando la invitación, demostró así su singular confianza en aquel que le había hablado, ganando de esta manera un lugar sin igual en las crónicas que narran los tratos de Dios con los hombres. Te invito a considerar parte del camino recorrido por este hombre extraordinario, y a que te unas al grupo de aquellos que, salvando todas las distancias, vamos tras sus pisadas.
En el amor de Jesucristo, Antonio Vicuña.